Por: Roher Zuni / roherzuni.noblogs.org
I
El 1 de septiembre, en un acto público, ha sido presentado Marcelino Tonconi Quispe como candidato a gobernador regional de Puno por Juntos por el Perú, tras la firma de un acuerdo político con JP, según la información de fuentes oficiales del movimiento regional ASI.
En dicho acto no estuvieron presentes los militantes de JP Región Puno ni los comités provinciales que vienen trabajando desde sus espacios desde el año 2020, ni mucho menos estuvo presente el comité regional Puno de JP.
En esta supuesta reunión ampliada se hizo la presentación pública de precandidatos de 13 provincias: Jorge Zúñiga por Puno, Rubén Tamayo por San Román, Fredy Vilcapaza por Azángaro, Juan Zurita por El Collao, José Luis Gonza por Huancané, Hugo Tapara Saya por Carabaya, César Canahuiri por Yunguyo, Claudio Vilca por Melgar, entre otros.
II
Una alianza electoral tiene varios aspectos que considerar, como por ejemplo los acuerdos formales y, mínimamente, una coincidencia ideológica; ambos aspectos no se están respetando entre el Movimiento Regional ASI y Juntos por el Perú. Los acuerdos formales nunca se dieron con los responsables regionales, rompieron con su estructura y no hubo respeto a la militancia de Juntos por el Perú de la región Puno. En cuanto a la coincidencia ideológica, según los documentos, JP es un partido que propugna el socialismo andino amazónico comunitario, mientras que el Movimiento Regional ASI es un movimiento independiente y “mercantilista”, sin ninguna posición ideológica, que se mueve al ritmo de la coyuntura política con el único fin de acomodarse y ganar adeptos.
En el acto público de una supuesta firma de acuerdo no estuvieron presentes los dirigentes regionales de Juntos por el Perú. En todo caso, se deduce que el acuerdo político lo desarrolló una sola persona desde el centralismo limeño, rompiendo sus propios estatutos, reglamentos y demás documentos. Se repite la historia del último proceso electoral de regionales y municipales, y luego para la presidencia, cuando quien decidió las candidaturas fue Roberto Sánchez, un elemento oportunista, antiizquierda, antirevolucionario y anticomunista, que no permitió que militantes del PCP asumieran responsabilidades ni candidaturas en la última alianza, con el pretexto de que ellos se constituyeron en partido político y la alianza había culminado. Los militantes son los únicos que pueden asumir esa responsabilidad. Impusieron candidatos en la región Puno, y la derrota de Verónika Mendoza es por la nefasta práctica caudillista y corrupta de quien es el todopoderoso de JP, que a diestra y siniestra está vendiendo cupos a candidatos, como lo que está sucediendo en Puno. JP es un vientre de alquiler auspiciado por Roberto Sánchez.
Al hacer públicos los precandidatos de Juntos por el Perú y el Movimiento Regional ASI, se demuestra que los acuerdos políticos no fueron en base a objetivos comunes, sino que primó más el dinero, y de seguro se movieron fuertes cantidades para entregar la candidatura regional Puno y las 13 provincias.
III
Para los caudillos de Juntos por el Perú o su jefe Roberto Sánchez, la unidad no se construye entregando candidaturas o negociando desde arriba y desplazando a sus propios militantes; la unidad se construye desde abajo y con movimientos o partidos que tengan características comunes, acuerdos formales y, mínimamente, coincidencias ideológicas.
En el plazo inmediato se propugna constituir un solo frente electoral de izquierda; para eso se tendrán que dejar estas prácticas erróneas. La unidad no se basa en personas, sino en movimientos y partidos que tengan claro que, en un momento determinado, tendrán que dejar sus estructuras y avanzar hacia la unidad para construir el poder popular, y no cometer los mismos errores de estar peleándose por ministerios o por trabajo, como fue en el último proceso de unidad, que por los mismos errores de la vieja dirigencia de los partidos se tuvo que nuevamente devolver el gobierno a la derecha fascista del país.